¿Quiere saber por qué es importante una Maestría en Finanzas? A continuación, se explicarán los riesgos de mercados que existen al momento de una crisis financiera, pues es la mejor situación donde los profesionales pueden exponer todos sus conocimientos para evitar desastres económicos.
Cabe mencionar que este tema se profundiza en la Especialización en la Maestría en Finanzas de la EIA.
La importancia de una Maestría en Finanzas en una crisis financiera
Ninguna empresa está exenta de una crisis financiera. En un contexto en el cual cada vez surgen más emprendimientos que se convierten en compañías, e incluso en pequeñas y medianas empresas que se transforman en grandes aglomerados, especializarse en Finanzas en la EIA puede ser de gran utilidad.
Las finanzas corporativas de una empresa necesitan de una correcta formación de los profesionales, que, en ocasiones, se convierten en asesores económicos integrados para evitar cualquier tipo de crisis económica. Es decir, un profesional especializado podrá analizar los mercados, con distintos instrumentos que le anticipará una eventual crisis.
En un entorno cada vez más inestable como es el capitalismo actual, puede resultar indispensable no solamente para evitar la quiebra, sino también para hacer la diferencia. Al desarrollar estrategias financieras con proyecciones al futuro, se pueden tomar decisiones para asumir riesgos y liderar un proyecto ambicioso.
Si una empresa atraviesa una crisis de la cual no puede salir, las habilidades del profesional serán indispensables para gestionar todos los recursos, decidir qué es fundamental y qué no y poder salir adelante. Incluso muchas crisis acaban ocurriendo porque las empresas no ponen énfasis en algunas señales de alerta que ahora se conocerán.
Señales de alerta en las finanzas corporativas
A continuación, se expondrán algunas de las principales señales de una eventual crisis que el profesional de la Maestría podría identificar correctamente:
Bajas ventas. Tal vez el más importante y el que toda empresa percibe de manera inmediata. Si las ventas no son las mismas que en otros tiempos, es común pensar que se trata de un mal momento del mercado. Sin embargo, puede que el problema lo tenga el rubro o la propia empresa. Es menester realizar un correcto diagnóstico para entender las causas del problema y ver si es algo pasajero o si, por el contrario, se necesita torcer el rumbo del timón para evitar una quiebra.
Falta de competencia. Si alguna vez le ocurrió que la competencia desaparece del mapa, probablemente pensará que es algo positivo. En realidad, puede serlo: quizás no le resulte rentable porque usted está acaparando casi toda la cuota del mercado. Sin embargo, en la mayoría de los casos significa que su rubro no es lo suficientemente rentable. Debería prestarles atención a estos indicadores pues, si hay una buena idea, siempre habrá alguien que buscará replicarla, a pesar de que sea una simple imitación de su negocio. Si no existe, podría significar que no es lo suficientemente atractivo.
Falta de liquidez. Otro de los signos más graves de una mala gestión financiera. Si una empresa no puede enfrentar sus compromisos económicos de cara a corto plazo, podría indicar una eventual quiebra. Ningún negocio está exento de que le ocurran estas cosas, pero el problema grave ocurre cuando la ausencia de flujo en la caja se vuelve habitual. En tal caso, el profesional identificará los gastos excesivos, bajará los costes y se propondrá afrontar toda la economía interna.
Falta de confianza externa. Si sus clientes no tienen la misma confianza que en otras épocas, es posible que perciban ciertos signos de alerta que les hacen dudar de su compañía. Es importante indagar en aquellos factores que podrían estar provocando esta situación, pues todo podría venir en picada y llevar a un punto de no retorno.
Falta de inversiones o crédito. Si sus proveedores desconfían de su capacidad de pago o cada vez menos empresas deciden invertir en sus servicios, significa que el mercado está detectando algo negativo. Es importante realizar un exhaustivo análisis de la situación financiera global para detectar aquellas áreas más o menos rentables.
Retirada de trabajadores. Siempre debe pensar que el ideal es que los empleados estén contentos con el lugar que ocupan. En el mejor de los casos, pueden llegar a “agradecer” la oportunidad de pertenecer a su empresa. Incluso, otros pueden estar descontentos, pero no quieren perder sus puestos por temor a quedar desempleados. Por eso, si percibe que deciden renunciar o cambiar de posición, significaría que no encuentran la motivación suficiente para continuar. Eso también podría ser un signo de alerta, pues implicaría que la compañía no está creciendo lo suficiente y que hay otras que lo están haciendo mucho mejor.