Como todos los colaboradores ya saben y para aquellos que no, la Universidad EIA presenta a lo largo del día temperaturas que no son agradables para la mayoría de los Medellinenses, habitantes del valle de Aburrá o aquellos que viven a las afueras de la ciudad, y que realizan sus diferentes labores en la institución. Es por esto que desde el grupo de investigación EnergEIA se decidió evaluar realmente como son las condiciones climáticas actuales y proponer algunas mejoras para todos los que habitamos en el día a día este lugar.
Cabe empezar diciendo que la temperatura media en la zona está rondando los 15.4°C con una humedad relativa en promedio del 88.3% y que poniéndola en contexto con los estándares de confort térmico para cualquier persona (entre 22 a 25°C y 30 a 75% de humedad relativa*), se salen de dichas condiciones y por consiguiente es por ello que todos sentimos ese frío que nos hace andar con suéter o chaqueta durante la mayoría del tiempo.
Obviamente hacer una adecuación de toda la institución saldría muy costoso y es por ello que se plantearon 8 escenarios diferentes en los que se consideran materiales económicos y fáciles de implementar en busca de mejorar la temperatura dentro del recinto. Estas combinaciones comprenden el cambio del piso, agregándole ya sea un tapete o alfombra; y para las paredes, aumentándole el espesor con aislante y un acabado, o simplemente otro acabado nuevo (combinandolos todos).
Lógicamente las temperaturas de cada recinto de la Universidad se ven afectadas por la confluencia de personas, el periodo del año y la radiación del día. Por esto que se decidió simular todos estos parámetros con el software libre energyplus y tomando los datos meteorológicos históricos de la estación ubicada dentro del campus. La geometría que se simuló y la sectorización de los recintos se puede observar en la imagen a continuación.
Figura 1. Arriba la arquitectura de la Universidad y abajo los recintos (salones, oficinas, corredores, baños y aulas múltiples)
Eventualmente para poder evaluar las diferentes condiciones, la situación de referencia es la que presenta la institución actualmente y que tiene como valores numéricos promedio las temperaturas que se ven en la lista a continuación.
- Aulas múltiples: 20.4°C
Baños: 19.3°C
Corredores: 17.8°C
Oficinas: 19.3°C
Salones: 21.4°C
Comparando los diferentes resultados obtenidos con la base, se llegó a observar que los parámetros que más afectan la temperatura son los que modifican a las paredes (con aislante y nuevos acabados), aumentando en la condición más favorable casi 1°C en todos los recintos, en vez de aquellos a que se enfocan en los pisos; en palabras más sencillas, los recursos se deben de enfocar en cambiar los acabados de las paredes y así se podrían obtener aumentos de temperatura mayores. Pero no sólo eso, la distribución de temperaturas es más continua a lo largo del periodo de simulación expresado en cantidad de horas a lo largo del rango de temperaturas como se ve en las tablas a continuación; donde en la configuración actual (condición 9) la mayoría de horas se encuentra en temperaturas bajas, mientras que en la más favorable el número de horas es un poco más distribuido a lo largo del rango.
Retomando la discusión en torno a la humedad relativa del lugar, con los medios que se propusieron no cambia nada ya que directamente depende del ambiente y a menos de que haya un equipo de des humidificación no habría manera de controlar esta situación.
Lastimosamente ninguna de las condiciones que se podrían implementar de forma sencilla logra mejorar la temperatura de la universidad al confort térmico propuesto, lo que sería necesario sería implementar una unidad de acondicionamiento de aire; pero la condición más favorable permitiría que todos nosotros podamos andar con un abrigo más ligero durante el día en la institución.
* F. Fernández García, “Clima Y Confortabilidad Humana. Aspectos Metodológicos.,” vol. 4, pp. 109–125, 1994.