¿Qué pasaría si detenemos la generación de energía hidráulica en el país? Impacto del proyecto “Hidro-Ituango” en el sistema eléctrico nacional
José Valentín Restrepo
Profesor del Programa de Ingeniería mecatrónica Universidad EIA
Septiembre 29 2024
En días recientes ha vuelto a ponerse en cuestión el uso de la energía hidráulica a propósito de la apuesta del gobierno nacional por una transición energética sustentada en “alternativas renovables no convencionales”, que contribuirían a un “desarrollo más sostenible”.
En particular, las posiciones oficiales se han referido explícitamente al proyecto Hidro -Ituango, en Antioquia, para referirse, en particular, a su inconveniencia en términos ambientales y sociales, al lado de otros proyectos como el Quimbo en el Departamento del Huila.
Debe recordarse que en Colombia, el 60% de la energía viene de fuentes hídricas. En épocas de invierno este aporte incluso se puede elevar hasta el 75%. “Por esa razón, pensar en paralizar o detener la generación por esta vía que es limpia y eficiente, no parece ni práctico ni responsable en la presente coyuntura” declaró el profesor José Valentín Restrepo, Profesor del Programa de Ingeniería mecatrónica Universidad EIA.
Por lo demás, cabe precisar que Hidrohituango tiene muchas ventajas con respecto a otras presas según lo expuesto anteriormente. La cuenca del rio Cauca, que recibe el líquido consumido por grandes capitales como Cali y las ciudades del eje cafetero, las descargas de otros ríos importantes y su cercanía con la zona pacifica, tiene un caudal mínimo que es significativo comparado con otros ríos. Ello le permite tener una mínima producción de energía constante usando algunas de sus turbinas actuales. Por ende, su aporte energético durante los tiempos secos es significativo. Esto permite en este momento satisfacer la demanda de energía eléctrica dada la escasa producción por escases de agua en otras plantas del país.
Todo lo anterior, debido al porcentaje de participación en el contexto de la oferta nacional de energía. En la actualidad, a máxima potencia, la presa es capaz de generar 1.2GWh de energía, que en un día corriente se acerca a los 28.8GWh. Esto corresponde al 13% de la demanda nacional de energía.
Pero si estuviera a plena capacidad, y suponiendo una operatividad completa, la capacidad sería de 57.6GWh que corresponde al 26% de la demanda nacional. “Todos estos aportes en energía permiten que la reducción en el volumen de agua de otros embalses tradicionales no sea tan dramática”, precisó el académico de la Universidad EIA.
Un ejemplo de esto fue lo ocurrido entre diciembre de 2023 y abril de 2024 en donde los embalses pasaron de un volumen del 78% a un volumen del 39%. Con los consumos y participaciones mencionados se podría estimar que el volumen de agua sin la participación de Hidroituango se situase entre el 28% y 32%, lo que habría obligado a racionar la energía por la imposibilidad de producir.
Es labor del estado, las universidades y la sociedad en general garantizar el desarrollo social con la base de que se necesita energía firme y segura para funcionar como sociedad. No puede haber desarrollo si un día tenemos energía y el otro no por decisiones abruptas de quienes toman las decisiones. “El gobierno, en consecuencia, debe ser un facilitador de estos procesos para que el país avance y la sociedad perdure”, concluyó el profesor Restrepo.