Regiones competitivas hacen países competitivos.
19 de noviembre de 2024
El desarrollo competitivo de las regiones es un factor crucial para el progreso nacional, particularmente en economías emergentes como la colombiana. Este tema fue explorado en el conversatorio «Regiones competitivas hacen países competitivos», organizado por Proantioquia y el Consejo Privado de Competitividad. En este diálogo participaron Ana Fernanda Maiguashca, Presidenta del Consejo Privado de Competitividad; Saúl Pineda, exviceministro de Comercio y director del Centro de Pensamiento de la Universidad EIA; y Santiago Londoño, Gerente General de Haceb. La discusión se centró en las áreas de educación, sostenibilidad, gobernanza e innovación como pilares fundamentales para fortalecer la competitividad regional. Este artículo examina las ideas y propuestas presentadas, incorporando citas relevantes para sustentar el análisis.
Educación: Base para la Competitividad Regional
Uno de los ejes centrales fue el papel de la educación en la construcción de capacidades competitivas. Saúl Pineda destacó tres constantes en los planes de desarrollo de Antioquia: infraestructura, seguridad y educación. Subrayó que, aunque el departamento se encuentra en segundo lugar nacional en educación superior, existen brechas significativas en la formación técnica y tecnológica:
«Ese quinto puesto en oferta técnica y tecnológica debe mejorar si queremos cerrar las brechas de talento humano que afectan nuestra competitividad.»
Ana Fernanda Maiguashca, por su parte, expresó preocupación por la desconexión entre las habilidades que forman los sistemas educativos y las necesidades del sector productivo:
«No estamos encontrando el talento que necesitamos para competir y crecer. Esto refleja la urgencia de adaptar la educación a las demandas del mercado.»
Esta desconexión limita el desarrollo de sectores estratégicos y genera un círculo vicioso de baja productividad y oportunidades desaprovechadas.
Innovación como Capacidad Organizacional
La innovación fue presentada como un eje transformador para la competitividad regional. Medellín, recientemente declarada Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación, representa una oportunidad significativa. Según Santiago Londoño:
«La innovación debe ser una capacidad organizacional. Si no innovamos, estamos destinados a desaparecer.»
Además, señaló que la innovación no solo se traduce en nuevos productos o servicios, sino también en la capacidad de las empresas para adaptarse y liderar mercados en constante cambio. En este sentido, insistió en la necesidad de dedicar recursos a investigación y desarrollo:
«Debemos generar un ambiente propicio para que las empresas inviertan tiempo, dinero y talento en construir los negocios del futuro.»
Ana Fernanda Maiguashca enfatizó en esta perspectiva al proponer una estrategia cultural que permita aceptar y aprender del fracaso:
«No hay manera de innovar sin fracasar. En Colombia, tenemos una aversión al fracaso que limita la creatividad y el emprendimiento.»Propuestas como organizar una «feria del fracaso» – para identificar cómo los emprendedores aprenden de experiencias fallidas en sus negocios – podrían normalizar este concepto y fomentar una mentalidad emprendedora.
Gobernanza y Alianzas Público-Privadas
Otro tema destacado fue la fragilidad de la democracia y su impacto en la continuidad de políticas públicas. Ana Fernanda Maiguashca argumentó que las políticas en Colombia suelen depender excesivamente de los gobiernos de turno, lo que dificulta la implementación de estrategias a largo plazo:
«La democracia representativa está en crisis a nivel mundial, y esto afecta la implementación de estrategias competitivas de largo plazo.»
Los panelistas coincidieron en la necesidad de fortalecer las alianzas público-privadas. Saúl Pineda y Santiago Londoño compartieron un ejemplo exitoso: la producción local de respiradores mecánicos durante la pandemia. Este resultado fue posible gracias a la colaboración entre universidades, empresas y el gobierno, lo que permitió superar barreras regulatorias:
«Esto demuestra cómo podemos generar soluciones efectivas cuando los sectores público y privado trabajan juntos.»
La gobernanza efectiva requiere no solo de un marco institucional sólido, sino también de una activa participación de la sociedad civil y el sector privado.
Sostenibilidad como Pilar Estratégico
El tema de la sostenibilidad emergió como un desafío crucial para la competitividad. Saúl Pineda subrayó que, a pesar de la riqueza en biodiversidad de Antioquia, los indicadores ambientales son preocupantes:
«Estamos lejos de aprovechar de manera sostenible nuestro potencial en biodiversidad y aún luchamos con los altos niveles de emisiones de CO2.»
La sostenibilidad, según Santiago Londoño, debe integrarse como un principio fundamental en las empresas y las políticas públicas. Su implementación puede ser un diferenciador clave para las regiones que buscan liderar en mercados internacionales.
Conclusión
El conversatorio concluyó con un llamado a la acción para transformar las regiones mediante la colaboración estratégica en áreas como educación, innovación, sostenibilidad y gobernanza. Los panelistas coincidieron en que la construcción de capacidades competitivas debe trascender los intereses de los gobiernos de turno y convertirse en un proyecto de largo plazo liderado por la sociedad civil, las empresas y las instituciones educativas.
Como lo expresó Ana Fernanda Maiguashca:
«No podemos esperar soluciones del gobierno. Las empresas, la academia y la sociedad civil tienen la responsabilidad de liderar el cambio.»
En suma, las propuestas presentadas ofrecen una hoja de ruta para que las regiones se conviertan en motores de progreso nacional, contribuyendo a la proyección de Colombia en el escenario global.