Simón Gómez, de la EIA, elegido como mejor estudiante de Ingeniería de Colombia
Una vez más, un ingeniero graduado en la EIA obtiene esta distinción que da la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI).
El ingeniero industrial Simón Gómez Montoya, graduado en julio de 2021, ha sido galardonado por sus méritos académicos con el Premio Lino de Pombo que otorga la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Con él, once profesionales de la EIA han obtenido este galardón en las veinte ocasiones en que ha sido entregado.
La Junta Directiva de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) adjudicó el Premio Lino de Pombo 2022 al ingeniero industrial Simón Gómez Montoya, como reconocimiento por haber obtenido el mayor promedio acumulado, es decir, desde que ingresó al pregrado y hasta que culminó sus estudios en la Universidad EIA. Esta distinción es entregada por la corporación gremial SCI al estudiante de Ingeniería de cualquier universidad pública o privada que, al terminar el último nivel de su carrera, haya obtenido el máximo promedio acumulado de calificaciones. Con esta designación ya son once los profesionales de la EIA que han obtenido el premio en las veinte versiones que se han entregado de este galardón.
La condecoración fue entregada en la ciudad de Bogotá durante la sesión solemne de los Premios a la Ingeniería Nacional.
Entrevistador (E): Ha sido distinguido como el mejor estudiante de Ingeniería de Colombia. Es un logro que muy pocos pueden contar. ¿Qué consejo les daría a los estudiantes que están iniciando o que todavía están cursando sus carreras?
Simón Gómez Montoya (SGM): Lo que me gustaría que entendieran es que las notas a fin de cuenta no son más que números en un papel que, aunque ayudan al proceso de calificación, no son dicientes cuando se trata de cuantificar el valor de la persona como profesional. Así que siempre adelante, entendiendo este momento como una oportunidad y no como un peso, sabiendo también que es completamente normal y está bien empezar de nuevo.
E: ¿Cuál es, a su parecer, el aporte más valioso de la Ingeniería en general y de la Ingeniería Industrial en particular?
SGM: Muchas veces tenemos una tendencia a ver la vida de una manera profundamente pasional, quizá muy guiada por instintos y sentimientos, lo cual hace que nuestras decisiones no terminen siendo completamente justificadas. Me gusta entender la Ingeniería como una aplicación de la lógica y la racionalidad en el día a día. El paradigma de que esta práctica se asocia únicamente con actividades de peso o carácter técnico ha quedado (al menos en mi cabeza) como algo muy obsoleto. La Ingeniería Industrial, por su parte, me ha ayudado a visualizar las empresas y compañías de una manera holística, desde los procesos comerciales hasta los productivos o los logísticos. La Ingeniería Industrial añade, a mi forma de ver, un componente estratégico y empresarial muy importante para construir, poco a poco, una sociedad productiva más orgánica, organizada e inteligente con el consumidor y el colaborador.
E: ¿Cuáles son las áreas del conocimiento que más le gustan?
SGM: Hoy por hoy, estoy bastante interesado en seguir explorando los temas de analítica de datos y de inteligencia artificial porque, desde mi perspectiva, el futuro de las empresas orbitará en torno a la toma de decisiones más inteligentes que ahora se desarrollen a través de sistemas automáticos.
E: ¿Cómo aplica sus conocimientos ahora en la vida laboral?
SGM: Muchas veces, cuando llegamos a una empresa nueva, lo más probable es que no usemos en general los conocimientos entregados por la carrera, pues estos en cierta medida son más unas bases prácticas y lógicas que un manual de desarrollo general. Hay algunas cosas de la universidad que uno inevitablemente termina aplicando, pero aquello que considero más valioso de esta etapa de formación es el hecho de poder aprender cómo ser personas en ambientes laborales: personas que escuchan, que debaten, que proponen, que dialogan y que son día a día parte del cambio y de la transformación positiva de las compañías. Los ingenieros de la EIA, además de su talento en el dominio de la técnica y la matemática, tienen una característica sumamente valiosa y es la capacidad de solucionar problemas, generalmente a través del trabajo en equipo, y esto es justamente lo que hoy se pondera, incluso antes de dotes o habilidades «duras».